martes, 2 de mayo de 2017

Cómo aumentar el interés cuando estudiamos

6 Trucos que Aumentan el Interés cuando Estudiamos:

Es importante trabajar el interés y la motivación por el estudio en las diferentes asignaturas, son factores fundamentales dentro de las Técnicas de Estudio que todo estudiante debe de tener en cuenta.

Por supuesto siempre habrá alguna que se nos dé mejor que otra, pero eso no tiene porque significar que no nos interese aprenderla.

Aquí te dejos 6 prácticos consejos para aumentar el interés por el estudio, fáciles de practicar con tu hijo o tú mismo si es que te encuentras en una etapa de estudio.

1. Evitar comentarios negativos relacionados con ciertas materias:


En muchas ocasiones, niños y mayores, relacionamos el estudio con una obligación poco grata sin mayor interés y objetivo que aprobar los exámenes. Esto, inevitablemente, nos lleva a enviarnos a nosotros mismos automensajes que nos reafirman en lo aburrido y el poco interés que despierta en nosotros la materia.
Si recordamos nuestra época de estudio, seguro que hemos comentado en alguna ocasión lo aburridas que eran algunas asignaturas con este tipo de automensajes negativos como:"qué rollo", " esto es muy difícil", "jamás aprobaré esta signatura" Esta actitud no favorecen el estudio, ni muchísimo menos incrementa su interés.
Obviamente no todas las materias van a gustar por igual a nuestros hijos, ya que dependerá de las preferencia y habilidades de cada pequeño.
También hay que tener en cuenta que, el estudio apresurado los días anteriores a los exámenes, genera aversión hacia la materia y hacía el estudio en general.


Hacerle sustituir este tipo de frases por otras más positivas, ayudarán a que su estudio sea más llevadero y positivo.

2. Relacionar todo lo que se estudia con una actividad práctica

Aprendemos mejor cuando lo que
estudiamos se puede vivir desde lo práctico.
Hay algunas asignaturas que se estudian en el colegio que en un principio no parecen útiles, pero quizás si profundizas en una cuestión o materia nos puede sorprender la gran relación que tiene con todo lo que nos rodea, por ejemplo la geometría en nuestro espacio físico, o las matemáticas en nuestra vida diaria, y así con un montón de materias, también se puede ver una película histórica o un documental relacionado con la materia a estudiar.


La materia gusta cuando no la limitamos a una serie de cuestiones aprendidas y la aplicamos de un modo práctico a nuestra vida diaria llegándola a integrar sin darnos cuenta.

3. Utilizar el autorrefuerzo.

Enseña a tu hijo el valor de autorefuerzo, que no es más que el reconocimiento que nosotros mismos nos otorgamos cuando sabemos que fruto de nuestro esfuerzo, hemos logrado nuestros objetivos. Activa nuestra motivación interna y a la vez nos anima a seguir luchando, porque nos vemos capaces de conseguirlo.

El mejor refuerzo suele ser el reconocer que algo se ha hecho bien, sentir satisfacción por ello, darse un elogio y felicitarse uno mismo.

4. Reaccionar adecuadamente ante la frustración y el fracaso:

Puede ocurrir que a pesar de un gran esfuerzo, no consiga aprobar alguna asignatura o que el resultado sea peor de lo esperado. En tal caso, no debemos permitir que el niño se frustre y por tanto se rinda. Un adecuado desarrollo de tolerancia a la frustración es necesario para afrontar no solo las desilusiones académicas, si no cualquier revés que tenga en la vida. E saber caer y volver a levantarse con la madurez suficiente como para analizar porque ha ocurrido y que podemos hacer para mejorar, ayuda al crecimiento personal del niño.

Para ello se ha de mantener una actitud positiva en la que el niño:


Es normal que en algún momento de su vida de
estudiante se sienta frustrado.
  • No lo considere como algo inevitable y definitivo
  • No proyecte la responsabilidad fuera de él mismo, por ejemplo, profesor, examen, asignatura… ya que es una justificación para pensar que no puede hacer nada y por tanto para no cambiar
  • No permitas que se  culpe a él mismo con expresiones como: “soy un desastre”, ya que se limitas a asumir la culpa, pero sin hacer nada por salir de este estancamiento.
  • Ayúdale a que siga esforzándose, la dificultad no desaparece por dejarla de lado.
Ayúdale a que aprenda de sus errores. Son muy frecuentes en el estudio, pero no definitivos si reaccionamos correctamente. Permítele que los identifique, que los reconozca y que trate de buscar las causas y las soluciones.

5. Recapacitar sobre los resultados conseguidos (Teoría de la Atribución)


Estos pensamientos influyen de forma importante en el rendimiento a la hora de estudiar y en la autoestima.

Si conseguimos un resultado positivo, conviene que las explicaciones sean:

  • Internas: atribuir las causas a nosotros mismos, "he aprobado el examen por que he estudiado mucho"
  • Estables: la causa, que es mi hábito de estudio constante y estable, está en mi actitud "Si yo continúo estudiando aprobaré el curso"
  • Controlables: nunca por la suerte u otras causas, "para aprobar el cuso estudio todos los días"
Cuando el resultado es negativo, conviene que las explicaciones sean:
  • Internas: la causa de mis resultados está en mí.“yo, que no valgo para estudiar”,
  • Inestables: la causa puede variar.“imposible que pueda mejorar” 
  • Controlables: que la situación cambie depende de mí, por ejemplo, modificar organización del tiempo, utilización de técnicas de estudio…"he suspendido por que no me he organizado bien a la hora de estudiar"
Recuerda que la mayor parte de las actividades y de los resultados que conseguimos dependen de nosotros  mismos más de los que pensamos.

6. Identificar y Evitar Mecanismos de Defensa:

Cuando experimentamos ansiedad porque percibimos que algo no nos gusta, en muchas ocasiones recurrimos de un modo inconsciente a mecanismos de defensa que enmascaran nuestra realidad.

La negación:

Es uno de los mecanismos más comunes que nos podemos encontrar, en el que negamos nuestra propia realidad atribuyendo nuestra responsabilidad a otras personas o situaciones, en definitiva, echando la culpa a los demás de nuestros propios errores.


La racionalización:

la racionalización es el intento de explicar resultados poco favorables, por ejemplo un suspenso,  aportando una serie de razones, por ejemplo," la asignatura no es importante", "el profesor explica mal", "es casi imposible aprobar"

La proyección: 

Poner en los demás lo negativo que no vemos en nosotros mismos. por ejemplo, echar la culpa al profesor del suspenso.

La regresión. 

Volver a comportamientos infantiles, sobre todo de irresponsabilidad, por ejemplo actuar como un niño más pequeño para evitar responsabilidades.

La disminución del trabajo como justificación. 

Como defensa aceptamos mejor una explicación de fracaso atribuyéndola al poco esfuerzo y no a la  falta de capacidad. En consecuencia pensamos que mejor no estudiar, por miedo a esforzarnos y no aprobar, ya que en este caso veríamos cuestionadas sus propias capacidades de estudio.



Tenemos que ayudarle a que reconozca lo evidente, que no se oculte de  los  verdaderos hechos o causas que influyen en sus resultados. Que sea valiente y acepte la realidad sin enmascararla, para así poder mejorarla.
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